Resulta difícil venir a Copenhague y no pasar, o al menos ver de lejos, el palacio de la familia real danesa. Dicho edificio es también conocido como Amalienborg. Este palacio es la residencia oficial de la familia real danesa. Pero eso no significa que estén allí todo el año. En verano, suelen ir al palacio de Fredensborg, al norte de Selandia.
Su arquitecto fue Nicolai Eigtved, quien diseñó una residencia real de estilo rococó y que a día de hoy sigue llamando la atención a turistas y locales. El complejo residencial está formado por cuatro edificios en una explanada llamada Plaza del Palacio (Amalienborg Slotsplads). Si nos colocamos en el centro del complejo, a un lado veremos el nuevo edificio de la ópera. Y al otro lado, la iglesia de mármol (Marmorkirken en danés). Sin embargo, Amalienborg no fue residencial real hasta el año 1794, cuando el palacio de Christianborg sufrió un incendio. Fueron tales los daños causados, que la residencia real se trasladó a Amalienborg hasta nuestros días.
QUÉ VISITAR EN EL PALACIO
La visita por dentro del palacio real no merece mucho la pena (personalmente). Si lo comparamos con otros palacios europeos, Amalienborg es pequeño. Tiene habitaciones curiosas con muebles llamativos. Pero la visita no se hace a todo el complejo de los cuatro edificios sino sólo a uno de los palacios. La entrada cuesta 95DKK (aprox. 13€) y se puede comprar en Internet el día específico. Las visitas guiadas se hacen sólo en inglés y danés. Para ver los horarios, dirígete a la página oficial.
LO QUE NO TE DEBES PERDER
- Un atardecer en la plaza del palacio. Aprovecha para hacer fotos con la luz y los monumentos de alrededor.
- El cambio de guardia real que tiene lugar todos los días al mediodía.
- Descubre si algún miembro de la familia real se encuentra en palacio. Para ello deberás mirar si la bandera danesa ondea en alguno de los edificios.
me gusta Dinamarca, me encantaría vivir en este lindo país